En
13. Otras intervenciones terapéuticas

Preguntas para responder:

  • ¿Es eficaz el ejercicio físico en la reducción de los síntomas de depresión en niños y adolescentes?
  • En niños y adolescentes con depresión, ¿cuál es la eficacia de las intervenciones online?
  • ¿Cuál es la eficacia y seguridad de las terapias alternativas en niños y adolescentes con depresión?

En este apartado se incluye evidencia sobre otras intervenciones que podrían tener un papel en el abordaje terapéutico de la depresión en la infancia y la adolescencia. Se han seleccionado el ejercicio físico debido a que existe cierta evidencia sobre sus beneficios, las intervenciones online por el potencial de las nuevas tecnologías en el arsenal terapéutico en esta población, y las terapias alternativas o complementarias debido al interés clínico de dar respuesta a la demanda de los pacientes y sus familias sobre sus posibles beneficios.

13.1. Ejercicio físico

En líneas generales, el ejercicio físico se asocia con una mayor calidad de vida y con beneficios en la salud tanto física como mental. Debido a ello, en los últimos años ha aumentado el interés en investigar su efecto sobre la depresión en la infancia y la adolescencia, con evidencia prometedora. El ejercicio físico en estos estudios se define como una actividad física planificada, estructurada, repetitiva e intencionada para mejorar o mantener uno o más componentes de la forma física.

Evidencia científica

Carter et al. (256) llevaron a cabo una revisión sistemática con el objetivo de evaluar el efecto del ejercicio físico en la reducción de síntomas depresivos en adolescentes (13-17 años). Para ello incluyeron ECA que evaluaron diferentes intervenciones estructuradas basadas en la actividad física (individual o en grupo) y empleadas en monoterapia o asociadas al tratamiento habitual, en comparación con un grupo control (ejercicio de rutina, no tratamiento, tratamiento habitual, seguimiento).

En total incluyeron 11 ensayos (1449 participantes), de los que 8 aportaron datos para el metanálisis. Cinco ensayos incluyeron  participantes de la población general (estudiantes de secundaria), otros cinco reclutaron muestras clínicas y un ensayo fue realizado con participantes de una institución para jóvenes con antecedentes delictivos. La mediana de duración en todos los ensayos fue de 11 semanas, y la mediana de duración de los ensayos con muestras clínicas fue de 7 semanas. La mayoría de los ensayos implementaron la intervención de ejercicio 3 veces por semana e incluyeron muestras principalmente con depresión subclínica y leve (las principales características de los estudios incluidos en Carter et al. se muestran en la tabla 25).

El ejercicio mostró un efecto general moderado, estadísticamente significativo, sobre los síntomas depresivos (DEM – 0,48; IC 95 % – 0,87, – 0,10). En el análisis de subgrupos, el ejercicio únicamente mostró un efecto moderado estadísticamente significativo en las muestras clínicas (DEM – 0,43; IC 95 % – 0,84, – 0,02), no en población general.

Calidad
baja

Tabla 25
Tabla 25_2
Tabla 25_3

Una revisión sistemática previa, que incluyó estudios en niños y adolescentes, encontró un efecto significativo del ejercicio físico en los síntomas depresivos, aunque este efecto fue pequeño. En esta revisión se incluyeron 9 estudios (n= 581; 8 ECA y 1 estudio cuasiexperimental), y solo 2 de ellos incluyeron niños a partir de 9 años (257).

Resumen de la evidencia
Calidad
baja
Para evaluar la eficacia del ejercicio físico en el tratamiento de niños y adolescentes con depresión se ha incluido una revisión sistemática (256). En ella se han analizado 11 ECA que evaluaron el efecto en los síntomas depresivos de diferentes intervenciones estructuradas basadas en la actividad física (individual o en grupo) y empleadas en monoterapia o asociadas al tratamiento habitual, en comparación con un grupo control (ejercicio de rutina, no tratamiento, tratamiento habitual, seguimiento). Teniendo en cuenta los datos de ocho ensayos, el ejercicio físico mostró un efecto significativo moderado en la reducción de síntomas depresivos. Este efecto se mantuvo cuando se analizaron de forma independiente los estudios con muestras clínicas. Sin embargo, cuando se analizaron los estudios realizados en población general no se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre los grupos.
De la evidencia a las recomendaciones

Los aspectos que han determinado la dirección y la fuerza de esta recomendación han sido los siguientes:

1. Valor de las variables consideradas

Para este apartado el grupo elaborador de la GPC ha considerado las siguientes variables críticas e importantes (por orden de importancia): estado funcional, síntomas depresivos, abandonos por cualquier motivo y abandonos por efectos adversos.

2. Calidad global de la evidencia

La evidencia es de baja calidad y centrada en el efecto del ejercicio físico sobre los síntomas depresivos autoinformados en adolescentes (13-17 años). El tipo de ejercicio (aeróbico o anaeróbico, individual o grupal, supervisado o no supervisado), frecuencia e intensidad de los programas de actividad física evaluados variaron sustancialmente en los estudios incluidos y también los comparadores. Además, algunos estudios se llevaron a cabo en población general y otros con muestras clínicas.

Las principales limitaciones metodológicas de los estudios incluidos son la ausencia de descripción adecuada de la ocultación de la asignación y de cegamiento de los evaluadores. A este respecto cabe señalar que los estudios en muestras clínicas parecen presentar mayor calidad en comparación con los realizados en población general.

3. Balance entre beneficios y riesgos

El balance entre beneficios y riesgos del ejercicio físico parece favorable al mismo, teniendo en cuenta sus efectos en la reducción de síntomas depresivos en adolescentes, sobre la salud física y mental en general.

Los estudios sugieren que las actividades grupales y supervisadas, con un componente aeróbico y de intensidad moderada-baja (3 veces por semana durante al menos 7 semanas) podrían ser la opción más adecuada. Sin embargo, cabe tener en cuenta el relativo poco número de estudios existentes y sus limitaciones.

4. Valores y preferencias de pacientes y/o cuidadores

No se han localizado estudios sobre este punto y en el estudio participativo realizado no se ha obtenido evidencia adicional.

Cabe tener en cuenta que las preferencias de los pacientes son fundamentales a la hora de recomendar el ejercicio físico asociado al plan de tratamiento, y debe valorarse tanto la posibilidad de su puesta en marcha como las características clínicas y psicosociales del paciente.

5. Uso de recursos y costes

No se dispone de datos de coste-efectividad sobre los programas de actividad física.

6. Otras consideraciones

La guía del NICE del año 2015 (21), a este respecto mantuvo su recomendación del 2005 en la que se señalaba que se debería ofrecer información sobre los beneficios de realizar ejercicio regular de forma estructurada y supervisada, idealmente hasta tres sesiones por semana (de 45 minutos a 1 hora) durante 10-12 semanas.

Por lo tanto, debido a que la evidencia respecto a la eficacia del ejercicio físico es limitada, la conveniencia de su recomendación como parte de la estrategia terapéutica debería valorarse de forma individualizada, teniendo en cuenta las preferencias del paciente, y siempre que la gravedad del cuadro no dificulte su realización.

13.2. Intervenciones online

En el campo de la salud mental las intervenciones online se revelan como una herramienta prometedora, cuyo uso, aunque aún esté en fase de investigación, ofrece grandes posibilidades. Una de sus principales utilidades podría ser ayudar a los jóvenes renuentes a buscar ayuda en salud mental, y mejorar la aceptabilidad y la implicación en el tratamiento (258, 259). Además, las características propias del entorno online ofrecen posibilidades que pueden complementar en gran medida a los recursos tradicionales, como son el anonimato, la inmediatez, la capacidad de trascender fronteras geográficas y de proporcionar accesibilidad las 24 horas del día (260-262).

A pesar de la relativa falta de estudios, en los últimos años han sido evaluadas una serie de intervenciones online para el tratamiento de diferentes trastornos mentales, habiéndose mostrado efectivas en el alivio de la ansiedad y de síntomas depresivos, en algunos casos, de forma similar al tratamiento presencial, motivo por el que algunos países las recomiendan como parte del tratamiento de la depresión (263, 264).
Evidencia científica

Se han localizado dos revisiones sistemáticas que evaluaron la efectividad de las intervenciones online en la depresión en jóvenes (265, 266) y una que evaluó la disponibilidad y calidad de las herramientas online disponibles para el manejo de depresión (267). Debido a que estas revisiones responden parcialmente a la pregunta clínica planteada y a que el objetivo de este apartado es revisar los hallazgos más recientes en el área, se ha integrado la evidencia derivada de ellas.

Sus principales características y resultados se describen a continuación.

Ye et al. (266) realizaron una revisión sistemática sobre la efectividad de las intervenciones online para la ansiedad y depresión en jóvenes. Incluyeron 7 estudios con 569 participantes, y con muestras clínicas (depresión, ansiedad, trastorno obsesivo-compulsivo) y en población general (sus
principales características se resumen en la tabla 26).

Los resultados en comparación con la lista de espera encontraron un efecto reductor de la gravedad de los síntomas depresivos que no fue estadísticamente significativo entre los grupos. Sin embargo, sí se encontraron diferencias estadísticamente significativas cuando se analizaron los síntomas de ansiedad (−0,52; IC 95 % −0,90, −0,14) y la tasa de remisión de ansiedad (3,63; IC 95 % 1,59, 8,27). Al comparar las intervenciones basadas en internet con las realizadas de forma presencial (o cuidados habituales), los autores no encontraron diferencias estadísticamente significativas en la disminución de la gravedad de los síntomas, tanto de ansiedad como de depresión.

Calidad
muy baja

Tabla 26
Tabla 26_2

Rice et al. (265) realizaron una revisión sistemática narrativa (overview) para lo cual clasificaron los estudios incluidos siguiendo los siguientes criterios: 1) intervenciones online dirigidas a adolescentes con depresión (tanto de carácter preventivo como de tratamiento de la fase aguda) que hubiesen sido evaluadas mediante ensayos aleatorizados y 2) intervenciones online de segunda generación y servicios que utilizasen redes sociales (con cualquier tipo de diseño de investigación).

Para el primer tipo de intervenciones incluyeron 15 estudios (10 ECA) que evaluaron 8 intervenciones diferentes, todas ellas basadas en TCC y en pacientes con depresión (15-25 años). Los estudios de intervenciones preventivas (Blues Blaster, Cognitive Behavioral Analysis, MoodGYM, y CATCHIT) mostraron la eficacia (principalmente evaluada como nivel de síntomas de depresión/ansiedad y funcionamiento) de las intervenciones online en estudiantes universitarios, de educación secundaria (aunque solo de forma significativa en chicos), y en adolescentes en riesgo de presentar un trastorno depresivo. Los estudios terapéuticos (Cognitive Behavioral Skills Training Program, SPARX, Computerized CBT, y Master Your Mood) también demostraron superioridad (fundamentalmente sobre síntomas depresivos) de la intervención online sobre su comparador (farmacoterapia y servicios psicosociales, lista de espera o psicoeducación breve). Por último, el estudio de terapia combinada (Internet Problem Solving Therapy) no mostró diferencias entre el grupo de intervención y el de lista de espera.

Calidad
muy baja

Sobre el segundo tipo de intervenciones evaluadas, se identificaron 16 estudios (ninguno de ellos controlado ni aleatorizado) sobre redes sociales y 4 sobre grupos de apoyo online. Teniendo en cuenta variables clínicas (por ejemplo, síntomas de depresión, ideación suicida) y otras variables más generales (por ejemplo: nivel de conocimientos, bienestar) se observó inconsistencia en los resultados sobre el posible beneficio de las redes sociales en pacientes con depresión (8 estudios presentaron resultados positivos, cinco mixtos o poco claros y tres, negativos). Respecto a los grupos de apoyo online, tres estudios mostraron resultados positivos, mientras que uno se asoció con un incremento de ideación suicida entre sus participantes.

Calidad
muy baja
Renton et al. (267) utilizaron los motores de búsqueda Google,  Yahoo y Bing, así como la página web Beacon 2.0 (portal de  información para aplicaciones de salud en línea) para buscar en  la Web intervenciones interactivas dirigidas al tratamiento  de la depresión. La revisión identificó 32 programas que cumplían los criterios de inclusión, existiendo gran variabilidad entre ellos y enfocados la mayoría a la población adulta. Para cada uno de ellos, los autores evaluaron su accesibilidad, facilidad de uso, disponibilidad de herramientas y soporte, y si habían sido evaluados al menos por un ensayo controlado.
En la tabla 27 se pueden ver algunas de las características de los 8 programas susceptibles de ser utilizados en población adolescente, de los que solo 2 estaban basados en un estudio controlado. Ninguna de estas intervenciones que podrían ser empleadas por adolescentes está disponible en castellano.

Tabla 27

No se ha localizado ninguna intervención interactiva adicional en castellano disponible en la actualidad para el tratamiento de la depresión infantojuvenil.
Resumen de la evidencia
Calidad
muy baja
Una revisión sistemática (266) de 7 estudios evaluó la efectividad de intervenciones online dirigidas a niños, adolescentes y adultos jóvenes con ansiedad y/o depresión. El metanálisis de los resultados mostró que, en comparación con los pacientes control en lista de espera, el efecto reductor de la gravedad de los síntomas depresivos no fue estadísticamente significativo. Se encontró un efecto significativo de las intervenciones sobre la gravedad y tasas de remisión de ansiedad. En comparación con el tratamiento convencional no se encontraron diferencias significativas entre los grupos en la disminución de síntomas de ansiedad y depresión.
Calidad
muy baja
Una revisión sistemática (overview) (265) incluyó 15 estudios sobre intervenciones online dirigidas a adolescentes con depresión (tanto de carácter preventivo como de tratamiento de la fase aguda) que hubiesen sido evaluadas mediante ECA. Los estudios de intervenciones preventivas mostraron la eficacia de las intervenciones online en estudiantes universitarios, de educación secundaria (aunque solo de forma significativa en chicos), y en adolescentes en riesgo de presentar un trastorno depresivo. Los estudios terapéuticos también demostraron superioridad de la intervención online sobre su comparador (farmacoterapia y servicios psicosociales, lista de espera o psicoeducación breve). Por último, el estudio de terapia combinada (Internet Problem Solving Therapy) no mostró diferencias entre el grupo de intervención y el de lista de espera. Incluyeron también 16 artículos sobre redes sociales y se observaron resultados inconsistentes sobre su posible beneficio en pacientes con depresión. También se identificaron 4 estudios sobre grupos de apoyo online; aunque en general se encontraron resultados positivos, en uno de ellos la intervención se asoció con un incremento de ideación suicida.
Una revisión sobre la disponibilidad y calidad de aplicaciones de salud en línea identificó 32 intervenciones interactivas disponibles en inglés y dirigidas al tratamiento de la depresión, existiendo gran variabilidad entre ellas y estando enfocadas la mayoría a la población adulta. Solo 8 de ellas eran susceptibles de ser utilizadas en población adolescente, y de ellas, solo 2 estaban basadas en un estudio controlado (267).

No se han identificado intervenciones interactivas online en castellano para el tratamiento de la depresión infantojuvenil.

De la evidencia a las recomendaciones

Los aspectos que han determinado la fuerza y la dirección de esta recomendación han sido los siguientes:

1. Valor de las variables consideradas

Para este apartado el grupo elaborador de la GPC ha considerado las siguientes variables (por orden de importancia): estado funcional, síntomas depresivos, abandonos por cualquier motivo y abandonos por efectos adversos.

2. Calidad global de la evidencia

La calidad global de la evidencia disponible sobre la eficacia de las intervenciones online para el manejo de la depresión es muy baja. Los estudios disponibles se han centrado en población adolescente y adultos jóvenes y han empleado muestras mixtas de trastorno depresivo (leve y moderado) y ansiedad. Existe considerable variabilidad en las intervenciones online evaluadas (en cuanto a su contenido, accesibilidad, usabilidad, método de administración, herramientas complementarias) y en los comparadores empleados, por lo que establecer conclusiones definitivas es complicado. Además, el efecto a largo plazo (más allá de las 12 semanas) no ha sido suficientemente evaluado, así como la aceptabilidad o los potenciales efectos adversos de estos formatos.

Las dos revisiones incluidas muestran que los resultados de eficacia (medida como el efecto en síntomas depresivos) no son concluyentes. Aunque en el overview se sugiere que en muestras clínicas los estudios señalan la superioridad de la intervención online sobre su comparador (farmacoterapia y servicios psicosociales, lista de espera o psicoeducación breve), el metanálisis no encontró diferencias significativas en síntomas depresivos.

3. Balance entre beneficios y riesgos

Aunque el balance podría ser favorable a las intervenciones online para la depresión leve o moderada es preciso señalar que este campo, aunque parece prometedor, todavía está en investigación.

La mayoría de las intervenciones evaluadas están basadas en la TCC, que es uno de los tratamientos psicológicos que ha mostrado ser más eficaz en este grupo de edad, pero los programas específicos varían en las sesiones de autoayuda online asociadas, con apoyo o no de terapeuta, el uso de dispositivos móviles (llamadas telefónicas, SMS), o intervención de la familia. Por ello es necesaria investigación adicional.

Otro factor a tener en cuenta es que la investigación se ha dirigido en gran medida a ansiedad y depresión, y a pesar de su frecuente comorbilidad, son trastornos diferentes con sus propias características clínicas.

Además, no se ha localizado ninguna intervención en castellano disponible en la actualidad para recomendar su uso en la práctica clínica. Cabe destacar también que antes de que una intervención online pueda ser empleada en la práctica clínica debería haber demostrado su eficacia en estudios bien diseñados y resultados respecto a su facilidad de uso, accesibilidad y disponibilidad de apoyo y seguimiento.

4. Valores y preferencias de pacientes y/o cuidadores

No se han localizado estudios sobre este punto y en el estudio participativo realizado no se ha obtenido evidencia adicional.

Debido a la difusión del smartphone y otros dispositivos móviles entre los adolescentes las intervenciones online representan una oportunidad importante para la mejora de la atención a los trastornos mentales. Las intervenciones online podrían presentar ventajas para los pacientes como la inmediatez, el anonimato y la disponibilidad.

5. Uso de recursos y costes

Ninguno de los estudios localizados ha realizado un análisis de costes o coste-efectividad de las intervenciones online para la depresión infantojuvenil.

6. Otras consideraciones

La GPC del NICE (21) no realiza ninguna recomendación sobre las intervenciones online, únicamente señala en su actualización que la TCC computarizada se considerará una forma de autoayuda, recomendada en el 2005 como forma de tratamiento para la depresión leve.

Teniendo en cuenta todo lo anterior el grupo elaborador de esta guía recomienda la investigación sobre este tipo de intervenciones, que por su formato parecen apropiadas para niños y adolescentes, pero no las contempla en la actualidad como una forma de tratamiento de la depresión mayor infantojuvenil.

13.3. Terapias alternativas

En la mayoría de los países occidentales, las terapias alternativas no han sido adoptadas por los sistemas sanitarios y en muchas ocasiones son comercializadas como productos nutraceúticos que incluyen nutrientes aislados, suplementos dietéticos y productos herbarios, dietas específicas o alimentos procesados. A pesar de la ausencia de investigación sobre la mayoría de estas terapias, se ha estimado que podrían existir más de 70 productos disponibles en el mercado y hasta un 20 % de jóvenes con depresión podrían tomarlos, por lo que es de interés clarificar la evidencia sobre su efectividad y seguridad.

Evidencia científica

Para evaluar el posible efecto de las terapias alternativas en niños y adolescentes con depresión se ha tenido en cuenta la revisión realizada por Hazell (268) que incluyó revisiones sistemáticas, ECA y ensayos abiertos o no cegados, publicados en inglés, que evaluasen al menos 20 participantes y de los que al menos un 80 % fuesen objeto de seguimiento.

Terapia lumínica

Hazell (268) identificó dos revisiones sistemáticas (Jorm 2006, Newton 2011) que incluyeron 3 ECA para evaluar la terapia lumínica en el tratamiento de la depresión en niños y adolescentes. Sin embargo, ninguno de ellos cumplió los criterios de inclusión de la revisión sistemática de Hazell, debido a que eran de muy pequeño tamaño muestral, fueron realizados en adultos jóvenes (mayores de 18 años) o solo consideraron la terapia lumínica en personas con depresión invernal. Un ECA (Sonis 1987) comparó la terapia lumínica (2 horas por la tarde) con la relajación en 5 pacientes con “depresión invernal” y en 4 con depresión no estacional. Los resultados mostraron una importante mejoría únicamente en los pacientes con depresión invernal tratados con terapia lumínica pero no en los otros. Otro ECA (Swedo 1997) comparó la terapia lumínica (2 horas a primera hora de la mañana y una hora por la tarde) con placebo en 28 pacientes con depresión invernal. Los resultados mostraron una importante mejoría en la sintomatología informada por los padres, pero no en la autoinformada. El último ECA (Spezzano 2006) comparó la terapia lumínica (10 000 lux de luz brillante 30 min/día) con un grupo control en 40 adultos jóvenes (entre 18 y 22 años) con trastorno afectivo estacional. A las 3 semanas se observó un porcentaje de remisión significativamente mayor en el grupo de pacientes que recibieron terapia lumínica.

Calidad
muy baja
Ácidos grasos omega-3 polinsaturados

Una revisión sistemática (Jorm 2006) identificó un ECA (Nemets 2006) que comparó los efectos de los ácidos grasos omega-3 (ácido eicosapentaenoico, EPA; y ácido docosahexaenoico, DHA) con placebo en niños entre 6 y 12 años. Sin embargo, el estudio no cumplió los criterios de inclusión de la revisión de Hazell debido a que el porcentaje de pérdidas fue superior al establecido, incluyéndose en el análisis únicamente 20 de los 28 niños aleatorizados. Los resultados mostraron que en el grupo que recibió ácidos omega-3, 7 de los 10 obtuvieron una reducción del 50 % o superior en la CDRS, mientras que en el grupo control no se obtuvieron reducciones. No se informaron efectos adversos (268).

En una reciente revisión sistemática en adultos se señala que los omega-3 empleados en una estrategia de potenciación podrían mejorar la eficacia de los antidepresivos (269, 270). En la misma línea, está en marcha un ECA (The Fish Oil Youth Depression Pilot Study) que contribuirá a mejorar el conocimiento sobre el papel de los ácidos grasos omega-3 en el tratamiento de la depresión en esta población (271).

Calidad
muy baja
Glutamina, Hierba de San Juan (Hypericum perforatum), S-adenosil metionina y vitamina C

Hazell no encontró ningún ECA que evaluase la eficacia de la glutamina, hierba de San Juan, S-adenosil metionina y vitamina C en el tratamiento de la depresión de niños y adolescentes. Solo se informa de un pequeño ensayo en el que la vitamina C se empleó como estrategia de potenciación de la fluoxetina frente al placebo en niños con depresión, encontrando una reducción significativa en los síntomas depresivos. No se ha localizado evidencia posterior al respecto (268).

Con respecto a la hierba de San Juan cabe destacar que es un principio activo farmacológicamente que puede potenciar la actividad de los fármacos con actividad serotoninérgica y reducir el efecto de otros fármacos.

Calidad
muy baja
Triptófano

Aunque existen estudios en adultos sobre otros productos conocidos como el triptófano, no existe evidencia sobre su uso en niños y adolescentes.

Calidad
muy baja
Resumen de la evidencia
Calidad
muy baja
No se ha encontrado evidencia de ensayos clínicos aleatorizados acerca de la eficacia de la terapia  lumínica en el tratamiento de la depresión en niños y adolescentes. Tres ECA de pequeño tamaño muestral realizados en adultos jóvenes (mayores de 18 años) o en los que solo incluyeron personas con depresión  invernal mostraron que la terapia lumínica podría ser beneficiosa en reducir síntomas depresivos en adultos jóvenes con trastorno afectivo estacional, pero se desconoce si estos beneficios se podrían generalizar a niños y adolescentes con depresión mayor (268).
Calidad
muy baja
Evidencia proveniente de un único ensayo de pequeño tamaño muestral, y con elevado porcentaje de pérdidas, mostró una reducción de síntomas  depresivos en niños que habían recibido ácidos grasos omega-3 (268).
No se ha encontrado evidencia directa proveniente de ensayos clínicos aleatorizados acerca de la eficacia y seguridad de la glutamina, hierba de San Juan y S-adenosilmetionina en el tratamiento de la depresión en niños y adolescentes.
No existe evidencia sobre el uso del triptófano en el tratamiento de la depresión mayor en niños y adolescentes.
Calidad
muy baja
En un pequeño ensayo frente a placebo, la vitamina C empleada en una estrategia de potenciación con fluoxetina, obtuvo reducciones significativas en síntomas en niños con depresión (268).
De la evidencia a las recomendaciones

Los aspectos que han determinado la fuerza y la dirección de esta recomendación han sido los siguientes:

1. Valor de las variables consideradas

Para este apartado el grupo elaborador de la GPC ha considerado las siguientes variables críticas e importantes (por orden de importancia): estado funcional, síntomas depresivos, abandonos por cualquier motivo, abandonos por efectos adversos, efectos adversos.

2. Calidad global de la evidencia

No existe evidencia directa derivada de estudios de buena calidad sobre la efectividad y seguridad de las terapias alternativas evaluadas en el tratamiento de la depresión.

La evidencia existente sobre el efecto de la terapia lumínica en la sintomatología depresiva es de muy baja calidad (3 ECA con pequeño tamaño muestral) e indirecta (en adultos jóvenes con trastorno afectivo estacional). La evidencia sobre la efectividad de los ácidos grasos omega-3 proviene de un ECA con pequeño tamaño muestral. En cuanto a la vitamina C, ha sido evaluada únicamente en un pequeño ECA unida a la fluoxetina.

3. Balance entre beneficios y riesgos

La evidencia sobre los efectos de estas intervenciones y productos en la depresión en la infancia y adolescencia es muy limitada, por lo que es difícil establecer el balance riesgo/beneficio.

Además, en cuanto a los productos nutracéuticos existe incertidumbre con las formulaciones y dosis, y algunos de ellos presentan efectos adversos e interacción con otros fármacos. Por todo ello no se recomienda su uso.

4. Valores y preferencias de pacientes y/o cuidadores

No se han localizado estudios que hayan abordado la percepción de las terapias alternativas como tratamiento de la depresión en niños y adolescentes. En el estudio participativo llevado a cabo como parte de esta guía tampoco se han obtenido datos al respecto.

Es posible que estas alternativas puedan resultar interesantes para los pacientes y sus familiares debido a la percepción sobre la eficacia de los tratamientos y a los efectos adversos de los antidepresivos. A este respecto es importante que los clínicos informen sobre la ausencia de evidencia sobre su eficacia y seguridad, la posibilidad de aparición de efectos adversos potencialmente graves y de interacciones con otros medicamentos.

5. Uso de recursos y costes

No se ha localizado evidencia sobre este punto.

6. Otras consideraciones

La GPC del NICE (21) se reafirmó en las recomendaciones emitidas en el 2005 (82) sobre los métodos de autoayuda, considerando entre ellos las terapias alternativas. Sugieren que los profesionales deberían preguntar e informar sobre materiales de autoayuda y otros materiales potencialmente útiles para los pacientes (líneas de autoayuda, herramientas de auto-diagnóstico, grupos de apoyo y terapias alternativas). También recomiendan que los profesionales valoren e informen sobre las posibles interacciones que pueden surgir con otros medicamentos.

Por todo ello, y especialmente dada la ausencia de evidencia disponible sobre la eficacia y seguridad de las intervenciones incluidas en este apartado, el grupo elaborador de esta GPC no recomienda su uso para el tratamiento de la depresión en niños y adolescentes.

Recomendaciones
Se recomienda que todos los profesionales sanitarios involucrados en el manejo de la depresión del niño y/o el adolescente dispongan de una adecuada formación que les permita aconsejar sobre otras formas de intervención potencialmente útiles para los pacientes, sus padres o cuidadores [2017].
La recomendación de intervenciones de autoayuda, ejercicio físico y estilos de vida saludable debería formar parte de una estrategia integral de tratamiento [2017].
Se recomienda proporcionar información sobre materiales de autoayuda (información para pacientes, libros) y recursos disponibles (grupos de apoyo, líneas de apoyo), así como los beneficios de un estilo de vida saludable (nutrición equilibrada, mantenimiento de un patrón de sueño adecuado, entre otros) [nueva 2017].
Débil
a favor
Se sugiere ofrecer información sobre las ventajas de la realización de ejercicio físico de forma regular, estructurada, y supervisada, a aquellos niños o jóvenes con depresión, idealmente hasta 3 sesiones a la semana durante 3 meses y siempre que la gravedad de esta no dificulte su realización [2017].
Fuerte
en contra
En la depresión mayor de la infancia y adolescencia no se recomienda la utilización de terapia lumínica, ácidos grasos omega-3 polinsaturados, glutamina, hierba de san Juan (Hypericum perforatum), S-adenosil metionina, vitamina C o triptófano, debido a la falta de evidencia sobre su efectividad. En el caso de la hierba de san Juan, los profesionales deberían informar de la posibilidad de interacción con otros fármacos [nueva 2017].

 

Bibliografía  13. Otras intervenciones terapéuticas

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