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8. Tratamiento de la hipertrigliceridemia

Preguntas a responder

  • ¿Son los triglicéridos un factor de riesgo cardiovascular?
  • ¿Qué parámetros definen la hipertrigliceridemia?
  • ¿Cuál debe ser el abordaje de la hipertriliceridemia?

La hipertrigliceridemia (HTG) es una forma de dislipemia que se caracteriza por un aumento de los niveles sanguíneos de TG, y que se asocia frecuentemente con otros trastornos lipídicos.

Se sigue manteniendo el debate sobre la importancia de los TG como factor que aumenta el RCV, aunque la aparición de nuevos estudios sigue apuntando en el sentido de que la asociación de los TG con la enfermedad cardiovascular desaparece cuando se ajusta por el c-HDL y otros parámetros.

Aunque los fibratos han sido el principal tratamiento utilizado para disminuir los niveles de TG y posibles pancreatitis, no está claro a partir de qué nivel se debería iniciar el tratamiento y si no sería suficiente con la aplicación de cambios en el estilo de vida del paciente.

¿Son los triglicéridos un factor de riesgo cardiovascular?

En la GPC de Osakidetza se señalaba que en un metaanálisis267 de 68 estudios prospectivos se observó que la concentración de TG no se relacionaba de forma independiente (HR 0,99; IC95% de 0,94 a 1,05) con el riesgo de enfermedad coronaria después de ajustar por c-HDL, no c-HDL y otros factores de riesgo estándar. Por ello, los TG no proporcionan información adicional sobre el riesgo vascular siendo conocidos el c-HDL y los niveles de CT.

 

Evidencia científica

En el metaanálisis de estudios prospectivos de Murad y cols.268 se encontró asociación entre la HTG y mortalidad cardiovascular (OR 1,80; IC95% de 1,31 a 2,49), eventos CV (OR 1,37; IC95% de 1,23 a 1,53), infarto de miocardio (OR 1,31; IC95% de 1,15 a 1,49) y pancreatitis (OR 3,96; IC95% de 1,27 a 12,34). Sin embargo, la fuerza de la asociación está limitada por la inconsistencia inexplicada de los resultados y el alto riesgo de sesgos de confusión y publicación.

En un estudio269 realizado para evaluar una variante genética que regula la concentración de TG se comparó el riesgo de enfermedad coronaria para la concentración de TG genéticamente elevada con los registrados para diferencias equivalentes en la concentración de TG circulantes en estudios prospectivos. En los portadores de dos alelos de la variante genética ligada a un aumento en la concentración de TG, la OR para EC fue de 1,40 (IC95% de 1,12 a 1,75) en comparación a los no portadores, asociación que podría estar determinada por la asociación, también encontrada, entre el c-HDL y esta variante genética.

Por lo tanto, con la evidencia actualmente disponible, no está claro si los TG son por sí mismos un factor de riesgo cardiovascular o si es su coexistencia con otras alteraciones lipídicas lo que asocia su presencia con la enfermedad cardiovascular.

¿Qué parámetros definen la hipertrigliceridemia?

Evidencia científica

En la GPC de Osakidetza14 se adoptaron los valores del National Cholesterol Education Program (NCEP) para la definición de HTG8, donde se consideraba un valor de TG normal cuando el nivel era inferior a 150 mg/dl, y TG muy alto cuando éste era superior a 500 mg/dl.

En los pacientes con cifras muy elevadas de TG aumenta el riesgo de pancreatitis, siendo la HTG la causa del 10 % de los casos. No se ha establecido un único umbral de concentración de TG por encima del cual puede ocurrir una pancreatitis. Se ha definido de forma arbitraria este umbral por encima de 1.000 mg/dl270. Sin embargo, los niveles de TG por encima de los cuales puede producirse una pancreatitis pueden superar los 2.000 mg/dl271.

Calidad
muy baja

¿Cuál debe ser el abordaje de la hipertrigliceridemia?

Evidencia científica

En la GPC de Osakidetza14 se recomendaba tener en cuenta la situación global del riesgo cardiovascular del paciente y, como primera medida, disminuir el peso y el consumo de alcohol, así como la realización de actividad física. Cuando los niveles de TG permanecían por encima de los 500 mg/dl, se recomendaba tratamiento con fibratos y la posibilidad de utilizar los ácidos omega-3 de forma coadyuvante.

En el abordaje inicial de los pacientes con HTG se debería descartar la existencia de dislipemias genéticas (sobre todo la hipercolesterolemia familiar combinada), que pueden aumentar el riesgo de eventos coronarios.

En los pacientes con HTG leve o moderada (niveles <1.000 mg/dl) no está indicado el tratamiento farmacológico272. Un porcentaje elevado de HTG son de etiología secundaria, siendo la obesidad, el tabaquismo, el consumo de alcohol y la diabetes las causas secundarias más frecuentes, con predominio de etiología etílica y tabaquismo en el varón y obesidad y diabetes en las mujeres273. La manifestación de la HTG en los trastornos primarios (sobre todo la HTG primaria) está también fuertemente determinada por el impacto ambiental y los estilos de vida.

El tratamiento inicial de estos pacientes debe dirigirse a los cambios en el estilo de vida. Reducir el peso en los pacientes obesos y el consumo de carbohidratos simples, disminuir el consumo de alcohol, realizar ejercicio físico y abandonar el consumo de tabaco son el primer paso en el tratamiento del paciente con HTG272,274.

Si se requiere iniciar tratamiento farmacológico para evitar el riesgo de pancreatitis, los fármacos que se han utilizado en la HTG, por ser los que disminuyen en mayor medida los niveles sanguíneos de TG, han sido principalmente los fibratos, los ácidos grasos omega-3 y el ácido nicotínico.

Estatinas y fibratos en el tratamiento de la HTG

Hay que tener en cuenta que la utilización de fibratos en pacientes con HTG leve o moderada podría aumentar el riesgo de pancreatitis. En el metaanálisis de Preiss275, cuyo objetivo fue comprobar el riesgo de pancreatitis de estatinas y fibratos (16 ECA con estatinas y siete ECA con fibratos) se comprobó que, tras 4,1 años de seguimiento, el tratamiento con estatinas se asoció a un menor riesgo de desarrollar pancreatitis, con un RR de 0,77 (IC95% de 0,62 a 0,97) (NNT 1.175). No se observaron diferencias en el desarrollo de pancreatitis entre estatinas a dosis intensivas y estatinas a dosis moderadas (RR 0,82; IC95% de 0,59 a 1,12), y tampoco se encontró una asociación entre el uso de fibratos y el riesgo de pancreatitis (RR 1,39; IC95% de 1,00 a 1,95). Sin embargo, en el análisis de sensibilidad que realizan los autores de los cuatro principales ECA con fibratos con datos publicados se observó un aumento del riesgo (RR 1,75; IC95% de 1,07 a 2,86).

Fibratos en el tratamiento de la HTG

Se han publicado en los últimos años varios metaanálisis sobre el efecto de los fibratos en el perfil lipídico y en la prevención de eventos cardiovasculares.

En los ensayos clínicos se han introducido pacientes con niveles de TG < 400 mg/dl, por lo que no tenemos evidencia en variables de morbimortalidad en pacientes con niveles superiores, ni tampoco datos sobre el efecto de las modificaciones en los estilos de vida.

Los fibratos están considerados actualmente como el tratamiento farmacológico más adecuado en los pacientes con HTG severa, ya que han demostrado producir una importante reducción de los TG.

El metaanálisis de Abourbih et al. 2009276 incluyó 20 estudios, entre los cuales se encontraban los cuatro principales estudios realizados con fibratos (BIP, FIELD, VA-HIT y HHS), con una población de 25.665 pacientes. Como ya se había puesto de manifiesto en metaanálisis anteriores, se observó que los fibratos reducen el IAM no fatal (OR 0,78; IC95% de 0,69 a 0,89) en comparación a placebo, pero no disminuyen la mortalidad cardíaca, ni afectan a la mortalidad total. Los fibratos redujeron los niveles de TG en un rango entre -120 y -20 mg/dl, obteniéndose mayores reducciones en aquellos estudios que incluyeron pacientes con niveles basales de TG más elevados. Los fibratos tienen un efecto más modesto en c-LDL, c-HDL y CT.

Calidad
baja
Calidad
baja

Resultados similares se obtienen en el metaanálisis de Jun et al. 2010210, que incluyó 18 estudios. En cinco de los ensayos (19.977 pacientes) se recogieron datos de eventos cardiovasculares mayores y se observó una reducción del 10% los eventos cardiovasculares mayores RR 0,90 (IC95% de 0,82 a 1,00) con los fibratos. Los eventos coronarios se redujeron en un 13% (RR 0,87; IC95% de 0,81 a 0,93). No se redujo ni el riesgo de mortalidad total, mortalidad cardiovascular ni mortalidad no cardiovascular. Los fibratos se asociaron con un incremento en los niveles sanguíneos de creatinina.

Se ha sugerido la utilización de fibratos sobre todo en el tratamiento de la dislipemia aterogénica (bajos niveles de c-HDL, altos de TG y partículas de c-LDL pequeñas y densas). Sin embargo, no hay nuevos ECA que hayan estudiado esta hipótesis, basándose los metaanálisis realizados en análisis de subgrupos de ensayos clínicos realizados anteriormente219,277,278.

En el metaanálisis de subgrupos de Bruckert et al.277 se observó una reducción del riesgo cardiovascular en los pacientes con niveles bajos de c-HDL (<35 mg/dl) y altos de TG (>200 mg/dl) que habían sido tratadas con fibratos frente a placebo (RR 0,70; IC95% de 0,60 a 0,81). No obstante, no se dispone de estudios en este grupo de pacientes que compare estatinas versus fibratos, por lo que las estatinas siguen siendo la primera opción en el tratamiento. Además, en un ECA218 publicado recientemente que investigó si la combinación de estatina con fibrato vs estatina en monoterapia reducía el riesgo de enfermedad cardiovascular (EVC) en pacientes diabéticos, no se encontró diferencias en la variable combinada principal del estudio (infarto de miocardo no fatal, ictus no fatal o mortalidad cardiovascular).

El metaanálisis de Lee et al. 2011219, que pretendía investigar la influencia de los fibratos en la reducción del riesgo vascular en personas con dislipemia aterogénica, obtuvo resultados similares.

Otro metaanálisis278 que analizó la relación entre la disminución de colesterol no c-HDL y riesgo de ECV para varias terapias de modificación lipídica, encontró que los fibratos eran los que producían una mayor reducción de los niveles de TG (23-37%), seguidos de la niacina (18-52%), y encontró tanto para las estatinas como fibratos una relación de 1:1 entre el porcentaje de reducción de colesterol no c-HDL y la reducción de enfermedad coronaria. La niacina, sin embargo, incluso en su presentación de liberación prolongada, sigue presentando más efectos adversos que ocasionan un porcentaje importante de abandonos de tratamiento.

Omega-3 en el tratamiento de la HTG

Otra alternativa al tratamiento de la HTG son los ácidos grasos omega-3. Estudios anteriores ya han demostrado el efecto sobre la reducción de los TG promovida por los ácidos omega-3279.

Calidad
baja-
moderada

En un metaanálisis280 reciente con 47 ECA y 16.511 pacientes, se observó que una dosis media de 3,25 gr/día de omega-3 produce una reducción de los niveles de TG de 0,34 mmol/L (IC95% de 0,41 a 0,27) (30,24 mg/dl) durante un periodo de tratamiento de 24 semanas en sujetos con HTG. El análisis de meta-regresión reveló que la reducción proporcional de los TG se relacionó tanto con el nivel basal de TG como con el nivel de consumo de omega-3 (DHA o/y EPA), con mayores reducciones con niveles basales de TG más elevados o mayor consumo de omega-3. Los omega-3 no produjeron una reducción significativa del CT o c-LDL. No se observaron efectos adversos importantes, aunque el 55% de los estudios observaron efectos adversos, principalmente gastrointestinales, entre los que tomaron aceite de pescado comparado con los que recibieron placebo.

En otro metaanálisis reciente281 se observó también un reducción de los TG de 0,20 mmol/L (18 mg/dl) con los suplementos de omega-3 derivados de algas marinas.

Sin embargo, los ácidos grasos omega-3 no han demostrado disminución del riesgo de eventos cardiovasculares ni de mortalidad total158. La utilización de omega-3 no redujo la mortalidad cardiaca, la muerte súbita, el infarto de miocardio ni el riesgo de ictus.

Ácido nicotínico en el tratamiento de la HTG

El ácido nicotínico puede reducir los niveles en sangre de TG de un 15% a un 25%282. Los efectos secundarios, fundamentalmente los sofocos, han limitado la utilización del ácido nicotínico en la práctica clínica. Hay que tener en cuenta que en el estudio CPD 283, el 57% de los pacientes no hicieron una buena cumplimentación del tratamiento.

La EMEA aprobó el uso clínico de una combinación de ácido nicotínico y laropiprant para el tratamiento de la dislipemia mixta e hipercolesterolemia asociado a estatinas para aquellos pacientes que no pudieran controlarse en monoterapia con estatinas o éstas fuesen mal toleradas.

Después de conocerse los resultados preliminares del ensayo clínico HPS-THRIVE284, donde se observó un aumento de la frecuencia de algunas reacciones adversas graves en el grupo tratado con ácido nicotínico y laropiprant, se concluyó que el balance beneficio-riesgo era desfavorable, y se decidió suspender la autorización de la comercialización de este producto en enero de 2013.

Actualmente, el ácido nicotínico sólo está disponible en fórmula magistral.

Calidad
baja

Resumen de la evidencia

Calidad muy baja La evidencia disponible no deja claro si los TG son por sí mismo un factor de riesgo cardiovascular o es su coexistencia con otras alteraciones lipídicas lo que asocia su presencia con la enfermedad cardiovascular250-251.
GPC El nivel de TG a partir del cual puede ocurrir una pancreatitis es desconocido, aunque pueden ser necesarios niveles de más de 1.000 mg/dl de TG para inducirla252-253.
Calidad baja El tratamiento con estatinas se asocia a un menor riesgo de desarrollar pancreatitis. En cuanto al tratamiento con fibratos, no hay asociación entre su uso y el riesgo de pacreatitis, aunque en el análisis de sensibilidad de ECA con datos publicados se observó un aumento del riesgo257.
Calidad baja Los fibratos se asocian a una reducción de eventos cardiovasculares mayores y eventos coronarios del 10% y 13%, respectivamente, aunque no se redujo el riesgo de mortalidad total, ni de mortalidad cardiovascular y no cardiovascular193.
Calidad baja Los ácidos omega-3 producen una reducción de 0,34 mmol/L en los TG en sujetos con hipertrigliceridemia moderada262.

De la Evidencia a la recomendación

Los aspectos que han determinado la fuerza y dirección de las recomendaciones siguientes para las compraciones: C1: Estatinas vs. placebo/cuidado estándar; C2: Fibratos vs. placebo; C3: Ácidos grasos omega-3 vs. placebo, han sido las siguientes:

  1. La calidad global de la evidencia: baja para las tres comparaciones.
    • C1: el tratamiento con estatinas se asoció a un menor riesgo de desarrollar pancreatitis. Evidencia de metaanálisis de ECA de calidad baja.
    • C2: no se encontró asociación entre el uso de fibratos y el riesgo de pancreatitis. En análisis de sensibilidad de ECA de datos publicados se observó aumento del riesgo. Evidencia de metaanálisis de baja calidad.Los fibratos se asociaron a una reducción de eventos cardiovasculares mayores y de eventos coronarios del 10 y del 13%, respectivamente. No se redujo ni el riesgo de mortalidad total, mortalidad cardiovascular ni la no cardiovascular. Evidencia de metaanálisis de ECA de baja calidad.
    • C3: los omega-3 producen una reducción de 0,34 mmol/L en los TG en sujetos con HTG moderada. Evidencia de metaanálisis de ECa de baja calidad.
  2. El balance entre benefcios y riesgos:
    • C1: las consecuencias deseadas probablemente superan las consecuencias no deseadas.
    • C2 y C3: el balance entre las consecuencias deseadas y no deseadas es incierto.Se deben valorar otros posibles efectos adversos de los fibratos, como el tromboembolismo venoso (NNH=110 en cinco años)285, el daño renal agudo (NNH=450 en los tres primeros meses tras el inicio del tratamiento)286 o la rabdomiolisis (NNH=5.050 en cinco años)252.La ausencia de beneficio de los ácidos grasos omega 3 en variables de morbimortalidad, la molestia de su toma y la falta de información sobre los efectos secundarios a largo plazo, son importantes para tomar la decisión
  3. Valores y preferencias de pacientes y/o sus cuidadores: probable incertidumbre y variabilidad en la opinión sobre los desenlaces.
  4. Costes y uso de recursos: los costes son bajos en relación a los beneficios.En teoría los fibratos podrían reducir el riesgo de pancreatitis, por la reducción de niveles de TG. No obstante, no se encontró una asociación entre el uso de fibratos y disminución del riesgo de pancreatitis. Por el contrario, las estatinas reducen la pancreatitis (NNT de 1.200 en cinco años).Otros efectos adversos potenciales asociados a los fibratos incluyen: tromboembolismo venoso (NNH de 110 en cinco años), daño renal agudo (NNH de 450 en los tres primeros meses tras inicio del tratamiento) y rabdomiolisis (NNH de 5.050 en cinco años).

Recomendaciones evidencia

Débil Se sugiere no considerar de forma aislada los niveles de TG como factor de riesgo cardiovascular.
Débil Se sugiere como primera medida disminuir el peso, reducir el consumo de hidratos de carbono, reducir el consumo de grasa, aumentar la actividad física y reducir o eliminar el consumo de alcohol en los pacientes con niveles de TG > 200mg.
Débil Se sugiere en personas con niveles de TG > 1.000 mg/dl la posibilidad de tratar con fármacos que reducen los niveles de TG.

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