Las DHR se asocian con cierta frecuencia a otras complicaciones oculares como son las cataratas, los desprendimientos de retina, el edema macular cistoide y la neovascularización subretiniana macular.
Cataratas
Es frecuente que una persona con DHR desarrolle cataratas (el cristalino, lente natural del ojo que se encuentra detrás de la pupila, se vuelve opaco). Las cataratas son también muy comunes en las formas sindrómicas de retinosis pigmentaria como el síndrome de Usher y en algunas otras distrofias retinianas como las distrofias vitreoretinianas.
Entre los síntomas de las cataratas se encuentran:
- Visión borrosa o nublada
- Mayor dificultad para ver de noche o con poca luz
- Sensibilidad a la luz y al resplandor
- Presencia de halos alrededor de las luces
- Colores desvanecidos o amarillentos
Desprendimiento de retina
Las personas con distrofias vitreoretinianas tienen un riesgo aumentado de presentar desprendimiento de retina. Sus síntomas principales pueden ser:
- Destellos de luz brillantes
- Visión borrosa
- Moscas volantes en el ojo
- Aparición de una sombra o ceguera en una parte del campo visual de un ojo (los pacientes suelen describirlo como una cortina que les tapa esa parte del campo visual.
Edema macular cistoide
Se cree que en 50 de cada 100 personas con retinosis pigmentaria se desarrolla edema macular cistoide (acumulación de líquido en la retina) en algún momento de la enfermedad. Sus síntomas son:
- Disminución de la visión
- Metamorfopsia
- Fotofobia
Neovascularización subretiniana macular
La neovascularización subretiniana macular (crecimiento de nuevos vasos bajo la retina) es una complicación rara de las DHR. Aunque se desconoce el número de casos exactos, parece que existe un aumento del riesgo para algunas distrofias, como en la distrofia viteliforme macular o enfermedad de Best. La neovascularización subretiniana macular es causante de síntomas como:
- Pérdida brusca de la visión
- Distorsión de la forma o el tamaño de los objetos (metamorfopsia).
- Escotoma (mancha negra u oscura en el centro de la visión).
Las complicaciones descritas contribuyen a agravar los problemas de visión, de ahí la importancia de realizar un control oftalmológico periódico para diagnosticar precozmente y tratar lo antes posible todas estas alteraciones