En
¿Qué puedo hacer si pienso que tengo depresión?

A veces puede ser complicado pedir ayuda porque puedes sentirte culpable por estar mal, lo que hace que prefieras ocultar su problema. No tienes por qué enfrentarte a la depresión tú solo. Puedes hacer alguna de estas cosas:
  • Cuéntaselo a alguien de tu confianza. Por ejemplo, alguien de tu familia, tu pareja, un amigo o cualquier otra persona con la que te sientas cómodo: no te aísles.
  • Habla con tu médico de familia u otro profesional sanitario. De esta manera podrán hacer un diagnóstico adecuado, ofrecerte las diferentes opciones de tratamiento y ayudarte a participar en la toma de decisiones respecto al mismo.
  • Si tienes cualquier pensamiento relacionado con la muerte es importante hablar con alguien de tu confianza que pueda estar contigo hasta que te sientas mejor. También puedes llamar al teléfono de emergencias (061) o solicitar apoyo telefónico específico para pacientes con ideas de suicidio (consulta la sección de información adicional).
  • Contacta con un grupo de apoyo. Ciertas Asociaciones disponen de este servicio de ayuda en algunas ciudades.

Si hablas con alguien y sientes que no te entiende, inténtalo con otra persona.
Otras recomendaciones que pueden ser útiles son:

  • Aprende más cosas sobre la depresión, de manera que puedas entender mejor tus síntomas y su significado.
  • Procura hacer ejercicio físico y llevar a cabo una alimentación saludable: es recomendable empezar poco a poco y puedes recurrir a amigos y a la familia para que te apoyen.
  • Evita hacer ejercicio físico en los momentos del día, próximos a la hora de acostarse.
  • Duerme con regularidad: aunque algunas personas con depresión padecen de insomnio, otras duermen mucho. Por eso es importante seguir unas normas que te ayuden a mantener una higiene del sueño, como acostarse más o menos a la misma hora todos los días, no tomar estimulantes o no quedarte dormido durante el día. Si estas medidas no funcionan a veces es necesario tomar un fármaco para dormir.
  • Evita el consumo de alcohol y drogas: no solo no te ayudará, sino que complicará todavía más las cosas.