En
Presentación

 

Documentar la variabilidad en la práctica clínica, analizar sus causas y adoptar estrategias orientadas a eliminarla, han demostrado ser iniciativas que fomentan la toma de decisiones efectivas y seguras por parte de los profesionales sanitarios, centradas en las personas y compartidas por ellas. Entre dichas estrategias destaca la elaboración de Guías de Práctica Clínica (GPC), «conjunto de recomendaciones basadas en una revisión sistemática de la evidencia y en la evaluación de los riesgos y beneficios de las diferentes alternativas, con el objetivo de optimizar la atención sanitaria a los pacientes».

Entre las prioridades del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, se encuentra continuar impulsando la elaboración y uso de informes de evaluación de tecnologías sanitarias y de GPC, consolidando la Red de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones del Sistema Nacional de Salud (SNS) y el Proyecto GuíaSalud.

La Guía de Práctica Clínica sobre Terapia Intravenosa con Dispositivos no Permanentes en Adultos, pretende poner a disposición de los usuarios una herramienta que sirva para sistematizar las cuestiones más habituales que se les presentan a los profesionales sanitarios y a los pacientes, cuando se encuentran ante una terapia intravenosa.

Esta guía puede ser una buena base para la protocolización de la sistemática de la terapia intravenosa a nivel local, de centros y de unidades clínicas y para valorar su efectividad.

Se ha intentado recoger el proceso de terapia intravenosa por fases: antes de la canalización, la canalización, los cuidados de mantenimiento y manejo de las complicaciones; de esta forma, se facilita su consulta individual, y sobre todo el conocimiento colectivo respecto de cada fase de la terapia intravenosa.

El documento es el resultado del trabajo de un amplio grupo de profesionales, procedentes de diferentes Comunidades Autónomas, que implicados en la atención a los paciente adultos precisan accesos venosos no permanentes para la administración de cualquier tipo de solución intravenosa.

En la Dirección General de Salud Pública, Calidad e Innovación, estamos muy satisfechos con el trabajo realizado y esperamos que esta guía permita la toma de deciones coordinadas en la utilización de la terapia intravenosa por parte de los profesionales, seguras y eficientes y la mejora en la calidad de la atención, aumentando la satisfacción de los pacientes y de las personas encargadas de proporcionales cuidados en el ámbito domiciliario, cuando así es requerido.

JOSE JAVIER CASTRODEZA SANZ
Director General de Salud Pública, Calidad e Innovación