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¿Qué tratamientos pueden recomendarle el equipo de salud?

Si experimenta sofocos y sudoraciones que alteran de forma importante su calidad de vida, además de seguir las pautas generales sobre hábitos de vida saludable que hemos descrito en las páginas anteriores, debe consultar con su equipo de salud para que le indique las opciones de tratamiento más adecuadas y pueda tomar una decisión consensuada, valorando riesgos y beneficios.

Las opciones de tratamiento son:

  • Terapia hormonal
  • Terapia con otros medicamentos
  • Fitoterapia

Terapia hormonal

La terapia hormonal consiste en la aplicación de hormonas de síntesis para sustituir el déficit de hormonas naturales que se producen en esta época. Hay distintos tipos de tratamientos hormonales. En las mujeres que conservan el útero se recomienda el tratamiento combinado de estrógenos y progesterona. En otros casos específicos se puede tomar únicamente estrógenos o progesterona. Estos tratamientos se pueden administrar de varias maneras: por vía oral como cápsulas o comprimidos o mediante parches en la piel.

En algunas mujeres esta terapia puede aumentar las probabilidades de sufrir trombosis venosa (formación de coágulos de sangre que pueden obstruir las venas afectadas), otras enfermedades del sistema circulatorio, incontinencia urinaria y algunos tipos de tumores (mama y pulmón).
Por estos motivos, este tipo de terapia no debe usarse en mujeres con antecedentes de cáncer de mama o de endometrio, enfermedades del sistema circulatorio o en mujeres con alta probabilidad de padecer estas enfermedades.
El tratamiento hormonal, si se utiliza de manera adecuada, a las dosis eficaces más bajas, durante el menor tiempo posible y bajo control médico, puede ayudar y aliviar, parcialmente, la intensidad y duración de los sofocos y las sudoraciones.

Terapia con otros medicamentos

Puede haber casos en los que, tras valorar de forma conjunta con el equipo médico que le atiende el uso de terapia hormonal para disminuir los síntomas asociados a la menopausia, esta medicación no le pueda ser prescrita por algún motivo -contraindicaciones, o interacciones con otros medicamentos que toma- o que, una vez prescrita no la tolere o el tratamiento no sea eficaz. El equipo médico que le atiende le podrá informar sobre otras medicamentos alternativos (tibolona, clonidina o determinados antidepresivos), que necesariamente requieren prescripción médica. El equipo médico que le ha de prescribir, valorará los riesgos y los beneficios asociados a su particular caso, y podrán tomar conjuntamente la mejor decisión.

Fitoterapia

Se denomina así al tratamiento con hierbas o plantas medicinales. Los tratamientos de fitoterapia que han demostrado científicamente tener algún beneficio sobre los sofocos son los que se realizan a base de plantas que contienen los denominados estrógenos naturales (fitoestrógenos): trebol rojo, extracto y suplementos dietéticos de soja, y concentrados de genisteína. Parece tener un efecto mucho menor, pero puede ser una opción en aquellas mujeres que no deseen o a las que no se les pueda administrar la terapia hormonal y los sofocos alteren su calidad de vida.

Hay distintos preparados de extractos de soja, naturales o sintéticos, y de suplementos dietéticos. No todos los preparados son iguales. En general se ha de tener la precaución de conocer la composición, que puede variar en algunos de ellos, y la cantidad o dosis de preparado que va a consumir. El equipo de profesionales que le atienda en la farmacia o herboristería donde adquiera el producto podrá informarle de estos detalles.
No se han identificado estudios científicos que avalen el uso de otros fitoestrógenos para tratar los sofocos. Asimismo, tampoco existen estudios que demuestren que otros productos de fitoterapia son útiles para este fin.
Los tratamientos con fitoterapia no son inocuos. Por ejemplo, una hierba denominada Hierba de San Juan puede interferir con otros medicamentos que se estén tomando. También se ha de tener precaución con otra hierba medicinal, Cimicifuga racemosa, que no se debe administrar si tiene enfermedad hepática, del hígado, o está tomando otros medicamentos que pueden dañar este órgano. Consulte con el equipo de salud que le atiende habitualmente si va a hacer uso de algún tratamiento de fitoterapia.
Si experimenta sequedad vaginal que altere en gran manera su calidad de vida, hay otros tratamientos que podrá valorar junto con su profesional médico.

  • Lubricantes o hidratantes vaginales.
  • Terapia hormonal.
  • Si los síntomas son importantes y no han cedido con lubricantes o hidratantes vaginales se puede valorar junto con su equipo de salud el empleo de estrógenos tópicos aplicados localmente en crema, óvulos o anillos vaginales.

La Fitoterapia no ha demostrado mediante estudios científicos ser útil para tratar estos síntomas.

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