El Lupus presenta una amplia variedad de síntomas y una evolución y pronóstico muy variables.
Por lo general, el Lupus se presenta como una mezcla de síntomas musculares, articulares, cutáneos o hematológicos y del sistema inmune, a lo que se le añaden síntomas generales como cansancio o fiebre. Hay pacientes en los que el Lupus se manifiesta a través de la afectación de determinados órganos (el riñón o el cerebro, por ejemplo). En general, los síntomas que dominan durante los primeros años de la enfermedad tienden a continuar posteriormente.
A continuación, se detallan los síntomas que pueden presentarse por el Lupus, tanto al inicio como en la evolución de la enfermedad:
Síntomas generales
La fiebre, el cansancio y la pérdida de peso son los llamados «síntomas generales», que están presentes en la mayoría de los pacientes con Lupus.
Síntomas de afectación orgánica o sistémica
Los más frecuentes son:
- Artritis (inflamación de las articulaciones) y las artralgias (dolor articular). Más de un 90% de los pacientes presentan alguno de estos dos síntomas a lo largo de la evolución de la enfermedad.
- Afectación de piel y mucosas. Se presenta en un 60% de los pacientes al inicio de la enfermedad y hasta en un 80% en la evolución de la enfermedad. Entre ellos y por orden de frecuencia se manifiestan:
- El eritema malar, que consiste en la inflamación y enrojecimiento en la nariz y las mejillas que puede causar dolor, sensación ardor y piel tirante. Suele presentarse con forma de mariposa y normalmente se relaciona con la exposición al sol. Es el síntoma más característico del Lupus.
- Otras formas de afección cutánea son el Lupus discoide, crónico y que deja cicatrices; el Lupus subagudo u otras erupciones cutáneas variadas.
- La alopecia o pérdida inusual del cabello (especialmente en el cuero cabelludo).
- Las úlceras o aftas (llagas abiertas y dolorosas) en la boca.
- La púrpura (manchas de color púrpura en la piel) y la urticaria, aunque son mucho menos frecuentes.
- Fenómeno de Raynaud. Es otro síntoma muy habitual, especialmente al inicio de la enfermedad y se carateriza por la presencia de palidez, entumecimiento y frialdad en los dedos. En ocasiones los dedos pueden pasar del blanco al azul. Una vez acabado el episodio, la sangre vuelve a circular, los dedos se ponen rojos y aparece un hormigueo y sensación de escozor y quemazón.
- Enfermedad renal. Es una manifestación importante en el Lupus y se presenta en el 50-70% de los pacientes. El riñón se inflama, pierde proteínas (proteinuria) y puede no eliminar adecuadamente los residuos del organismo, por lo que se acumulan en la sangre.
- Afectación neuropsiquiátrica y manifestaciones cerebrovasculares. Suele aparecer en los primeros años de la enfermedad (28% de los pacientes con Lupus). Los síntomas neuropsiquiátricos más frecuentes son los dolores de cabeza, la depresión, las convulsiones, la ansiedad y la disminución de funciones cognitivas (orientación, lenguaje, memoria…). Por otro lado, la enfermedad cerebrovascular suele presentarse, especialmente, de manera tromboembólica (presencia de un coágulo sanguíneo o «trombo», que obstruye el flujo de sangre a ciertas partes del cerebro). Solo en una de cada tres personas, la presencia de estos síntomas pueden atribuirse directamente al Lupus.
- Manifestaciones pulmonares. En el curso del Lupus se pueden presentar pleuritis (inflamación de la membrana que cubre los pulmones), neumonitis intersticial (inflamación con cicatrización de los pulmones) e hipertensión pulmonar (presión más alta de lo normal en las arterias de los pulmones). Las dos últimas son infrecuentes pero la pleuritis se presenta en la mitad de los pacientes con Lupus a lo largo de la enfermedad, si bien es raro que aparezca al inicio de la enfermedad. Estos síntomas se suelen presentar como dolor de pecho acompañado con dificultad para respirar.
- Síntomas gastrointestinales. Son frecuentes en pacientes con Lupus, pero suelen estar más asociados al tratamiento que a la enfermedad en sí misma. Destacan la gastritis (inflamación o hinchazón del revestimiento del estómago) y la úlcera péptica (llaga en la mucosa que recubre el estómago), relacionadas con los antiinflamatorios no esteroideos y/o los glucocorticoides.
- Manifestaciones hematológicas. Se presentan al inicio de la enfermedad en un 23% de los pacientes; sin embargo, durante el curso del Lupus pueden llegar a afectar al 80% de los pacientes. Entre las manifestaciones hematológicas más frecuentes se encuentran: la disminución del número de glóbulos blancos, seguida de la disminución de los glóbulos rojos (anemia) y de las plaquetas (trombocitopenia).
- Síndrome antifosfolípido. Este síndrome se asocia con la presencia de trombos (coágulos sanguíneos) en arterias y venas. En mujeres embarazadas se suele asociar a complicaciones tales como abortos espontáneos de repetición, muertes fetales, partos prematuros y preeclampsia (forma grave de hipertensión inducida por el embarazo).
Los síntomas descritos tienden a aparecer y desaparecer. Cuando los síntomas aparecen se llaman «brotes». Los brotes varían de leves-moderados a fuertes. En cualquier momento pueden aparecer nuevos síntomas.