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¿Qué cambios puedo notar en esta época?

 

¿Qué cambios puedo notar en esta época?

El cuerpo de la mujer ha de acostumbrarse a la nueva situación hormonal, y este ajuste hace que su organismo experimente ciertos cambios, que son diferentes en intensidad, frecuencia y duración para cada mujer. Algunas mujeres apenas notan síntomas, otras tienen síntomas de corta duración que se resuelven con el tiempo, mientras que otras, tienen síntomas más intensos y difíciles de manejar.

Los síntomas asociados a la menopausia tienen una importancia relativa. Es importante saber que, aunque pueden ocurrir con frecuencia, la forma en la que aparecen y se manifiestan es diferente según la mujer y en ningún caso ponen en peligro la vida.

Los únicos síntomas que, mediante estudios científicos, se han relacionado con la menopausia son los síntomas vasomotores (sofocos) y vaginales (sequedad vaginal). Son estos los que parecen estar relacionados con el ajuste hormonal y no otros que habitualmente se han creído asociados a ella.

Sofocos

Los sofocos suelen definirse como una repentina sensación de calor en la zona superior del tórax, cuello y cara, suelen durar entre dos y tres minutos y en ocasiones se acompañan de sudoración y/o enrojecimiento de la piel. A veces aparecen por la noche y pueden dificultar el sueño.

Sequedad vaginal

La sequedad vaginal es una consecuencia de las modificaciones que se producen en la mucosa vaginal, que hace que se produzca una menor hidratación local. Esta sequedad se puede manifestar en forma de picor, tirantez o molestias al mantener relaciones sexuales.

Como se ha comentado, la menopausia se ha relacionado también con otros síntomas, aunque no se ha demostrado científicamente que estos otros síntomas estén relacionados con los cambios hormonales y por lo tanto, con la menopausia en sí misma. Entre ellos se han descrito: cambios en el estado de ánimo, como irritabilidad o depresión, incontinencia urinaria, infecciones de orina de repetición, pérdida de memoria o disminución de la capacidad de concentración, disminución del deseo sexual o la modificación de la respuesta sexual, dolores musculares y articulares, cambios en la composición de la piel o aumento de peso, en especial en la zona abdominal. En este sentido, hay otros factores que pueden influir sobre el desarrollo de estos síntomas como, la genética, los hábitos de vida o simplemente el envejecimiento y que, según demuestran estudios científicos, tienen más peso en su aparición que los cambios hormonales.

Cambios en esta época