El pasado 17 de junio el National Institute for Health and Care Excellence (NICE) publicó la guía ‘Toma de Decisiones Compartidas’ (TDC) con recomendaciones dirigidas a fomentar y facilitar el proceso deliberativo entre el profesional sanitario y el paciente cuando existen diferentes alternativas de cuidados.

La guía sugiere que la TDC debería integrarse en la práctica clínica diaria de todos los ámbitos asistenciales. Ofrece directrices para que los profesionales interactúen con los usuarios de los servicios sanitarios para que tomen decisiones sobre su tratamiento y cuidados. Para implicar a los pacientes en la TDC se recomienda partir de una conversación honesta y facilitar fuentes de información y consulta antes, durante y después del encuentro médico-paciente. El uso de posters y trípticos de ayuda a la TDC se aconseja para facilitar el proceso.

La guía también incluye recomendaciones dirigidas a los gestores de los servicios sanitarios que contemplan aspectos organizativos, formativos y de provisión de los cuidados, orientadas a sensibilizar a los profesionales sobre la importancia de que los pacientes participen en las decisiones que afectan a su salud.

La guía elaborada por el NICE pone de relieve que los valores y preferencias del paciente siempre deben ser tenidos en cuenta en la toma de decisiones en la práctica clínica. Para esto, es deseable que los profesionales estén preparados y debidamente informados, que tengan herramientas y habilidades para asistir al paciente y el soporte institucional y organizativo adecuado.

La guía y las herramientas y recursos que la acompañan pueden consultarse aquí: https://www.nice.org.uk/guidance/ng197

El pasado 2 de junio, en el marco del LVI Congreso Nacional –online- de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC), se debatió sobre las ‘Guías de práctica clínica y su empleo actual’ en una mesa redonda moderada por el Dr. Vicente Gómez Tello, en la que participaron dos expertas en evaluación de tecnologías sanitarias y un especialista en medicina intensiva con experiencia en metodología de la investigación.

Patricia Gavín Benavent, mostró algunas de las innovaciones que se están introduciendo en el Programa de Guías de Práctica Clínica (GPC) del SNS, con el objetivo de que las GPC que se elaboran en el Programa con gran rigor metodológico, sean utilizadas en la práctica clínica. Por ejemplo, el nuevo formato online de presentación en capas que se adapta a las necesidades de información de distintos usuarios, o el proceso de exposición pública, que permite a los grupos de interés registrados en la web de GuíaSalud hacer aportaciones al borrador de las GPC antes de su publicación.

Yolanda Triñanes Pego presentó una visión muy completa en torno a las herramientas y versiones de las GPC dirigidas a los pacientes. Explicó los aspectos clave que es necesario tener en cuenta cuando se elaboran este tipo de materiales, por ejemplo, la sencillez y claridad del lenguaje, la estructuración y elección adecuadas de los contenidos, o el uso de formatos amigables (infografías, ebooks, etc.). Hay disponibles herramientas que facilitan su desarrollo, algunas de las cuales se nombraron en la presentación, como el RIGHT checklist o el instrumento DISCERN. La accesibilidad, la personalización de la información y la actualización de los contenidos son algunos de los retos más relevantes.

La visión clínica estuvo a cargo del Dr. Jesús Barea Mendoza que comenzó afirmando que la práctica clínica de los profesionales era mejorable, de hecho, existe un gap entre el volumen de salud que es posible generar y el que finalmente llega a los pacientes. Considera que las GPC son instrumentos de mejora de la práctica clínica pero también hizo una reflexión sobre la necesidad de contar con GPC confiables. A continuación, hizo referencia a la complejidad de la implementación de las GPC y cómo es preciso acotar y explicar las áreas de incertidumbre para lograr el mayor grado de acuerdo posible entre los profesionales.

Al final de la mesa redonda, moderador y ponentes iniciaron un animado debate en el que se discutió sobre cómo llevar las GPC a la cabecera del paciente a través del uso de dispositivos como tabletas o móviles, y la generación de protocolos basados en sus recomendaciones. También se exploraron las posibilidades de herramientas tecnológicas basadas en la inteligencia artificial y su potencial a la hora de actualizar la evidencia en tiempo real. Por último, se destacó la importancia de elaborar GPC centradas en los pacientes.

Desde GuíaSalud aplaudimos la iniciativa de la SEMICYUC y animamos a otras sociedades científicas para que establezcan espacios de dialogo similares en los que clínicos y técnicos en evaluación de tecnologías puedan debatir en torno a las GPC.