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Intervenciones Psicoeducativas

El proceso de adaptación a los problemas visuales puede convertirse en una experiencia difícil de afrontar y puede afectar a la persona en distintos niveles: emocional, social, laboral y académico. Es posible que, al menos, una parte de las personas con DHR puedan beneficiarse de apoyo psicológico dirigido a prevenir y reducir los problemas emocionales (ansiedad, depresión, baja autoestima, etc.), así como a aumentar la capacidad de afrontamiento del estrés asociado a la pérdida de visión.

Algunas personas con DHR aseguran que el momento más difícil fue cuando se le diagnosticó la enfermedad, mientras que otras han necesitado apoyo psicológico en periodos donde la pérdida de visión progresó o cuando han tenido que afrontar nuevas situaciones como, por ejemplo, usar bastón o cambiar la lectura en papel por audiolibros.

Por otro lado, la adquisición de habilidades que ayuden a la persona afectada a adaptarse a su discapaciodad y a mejorar su autonomía personal puede tener un importante efecto en la calidad de vida general del individuo y en la de su familia, ya sea directa o indirectamente.